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Respirar aire limpio aún es un privilegio para la mayoría de los españoles

Respirar aire limpio aún es un privilegio para la mayoría de los españoles

Respirar aire limpio todavía es un privilegio para millones de españoles y europeos, expuestos a niveles de contaminación muy perjudiciales para la salud, un motivo que ha llevado a la Comisión Europea a declarar 2013 como «Año del Aire».

 

Sustancias como el dióxido de nitrógeno, el ozono y especialmente las partículas en suspensión causan cada año en la UE más de 400.000 muertes prematuras derivadas de enfermedades respiratorias o cardiovasculares, y reducen la esperanza de vida dos años de media en las regiones y ciudades más contaminadas.

Con cifras oficiales comunitarias de una epidemia que la UE trata de solucionar desde hace años con diversas directivas que imponen límites a las emisiones y a la concentración de los gases nocivos para la salud.

Aunque desde el año 2000 los datos recogidos por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) muestran un descenso acusado de la mayoría de emisiones contaminantes, en muchos países los europeos siguen respirando aire sucio, por encima de los límites legales.

«La decisión de designar 2013 como el año del aire refleja la gravedad económica del problema, pero también el impacto sobre las personas», declaró en un comunicado de prensa la directora de la AEMA, Jacqueline McGlade.

Los europeos, a favor de políticas más duras contra la contaminación

La situación preocupa a la inmensa mayoría de europeos: según una encuesta del Eurobarómetro difundida la semana pasada, el 82 por ciento de los españoles -el 79 % de los ciudadanos de la UE- quiere políticas más duras contra la contaminación.

La situación es especialmente grave en lo relativo a las partículas en suspensión, los contaminantes que mayor riesgo suponen para la salud, procedentes sobre todo del tráfico, de la industria y de la quema de combustibles.

Las diminutas partículas, de un grosor inferior a diez micras -«PM10»- o a dos micras y media -«PM2.5»- (un pelo humano tiene entre alrededor de 60 micras de diámetro), penetran en los pulmones, más profundo y con peores efectos cuanto más finas son.

El último informe de la AEMA reveló que en 2010 un tercio de los urbanitas europeos respiró aire con concentraciones de PM2.5 superiores a los límites legales establecidos por la UE (25 microgramos por metro cúbico).

Esos límites son mucho más laxos que los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) – situación que se repite con otros contaminantes como el ozono o el dióxido de azufre- que sólo considera relativamente seguras concentraciones medias anuales de 10 microgramos por metro cúbico.

Daños para la salud

El 95 % de los europeos respiró en 2010 aire con una concentración de partículas que la OMS considera potencialmente dañina para la salud humana.

Además, frente a la mejora conseguida en otros ámbitos, la contaminación por partículas apenas se ha reducido desde el año 2000, según la AEMA.

Los peores niveles se padecen en el sur de Polonia, norte de Italia, los Balcanes, República Checa y Eslovaquia.

La Comisión Europea va a revisar en 2013 la normativa comunitaria sobre calidad del aire, como vienen reclamando las organizaciones médicas y ecologistas.

Pero desde ámbitos ecologistas se desconfía de la voluntad de la UE en esta materia.

Según Paco Segura, de Ecologistas en Acción, la prórroga de un año concedida por la Comisión a la Comunidad de Madrid para seguir superando los límites de contaminación demuestra que «por un lado van los discursos y por otro las políticas reales».


Fuente: EFE verde