Todas las personas rellenan todos los días sus botellas de plástico de agua sin saber lo perjudicial que es para ellos mismos ese proceso. En la parte de debajo de las botellas podemos encontrar un símbolo de un triángulo con un número que es el tipo de plástico que están utilizando. Están divididos por su composición química, por si se pueden reciclar o si se fabrican a partir de otros plásticos.

Estas botellas al igual que otros productos que utilizamos para los alimentos contienen toxinas que son perjudiciales para las personas. En el caso de las botellas debemos destacar el benceno que es cancerígeno y ataca al sistema inmunitario y las dioxinas que alteran al sistema reproductor.

La mayoría de las botellas suelen estar hechas de PETE o PET y su composición química interfiere en las hormonas femeninas engañando al cuerpo que piensa que han aumentado de forma espontánea en sangre. Una de las hipótesis es que por esto se va adelantando la menstruación femenina.

Además existen más de 24000 productos químicos que contaminan el agua embotellada. Uno de los riesgos es el Bisfenol A que puede producir abortos espontáneos, cáncer de mama y útero o disminución de la testosterona.

Como recomendación podemos usar agua para lavar los envases de plásticos y evitar productos de limpieza muy agresivos que aumentan los compuestos más tóxicos. Otra de las recomendaciones puede ser usar productos de aluminio que no desprenden toxinas y son muy duraderos.

Fuente: ecoportal.net