Situación internacional del Bisfenol-A: Estados Unidos
La FDA está revisando su postura de que el Bisfenol A sea “seguro” para determinados usos, mientras numerosos estados americanos ya han prohibido el Bisfenol A en recipientes para alimentos infantiles.
Hasta ahora, la Administración americana ha venido tomando como buenos los niveles de exposición actualmente presentes en la población general. Pero eso está cambiando.
Los niveles de referencia vigentes son muy antiguos y no han incorporado lo que la Ciencia ha descubierto en los últimos tres o cuatro lustros10. La Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency -EPA) ha venido considerando como “segura” una exposición de 50 µg/kg/día, nivel que estableció nada menos que en 1987.
El hecho es muy preocupante si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de los centenares de estudios realizados sobre esta sustancia son posteriores a ésa fecha. Especialmente la ingente cantidad de ellos que comenzaron a mostrar efectos a niveles muy bajos de concentración, y que comenzaron a acumularse desde mediados de los años 90. Pero la presión de la Ciencia y de la opinión pública va camino de conseguir que ésa inexplicable falta de revisión, durante ya cerca de un cuarto de siglo, se corrija.
Aunque la Administración de Fármacos y Alimentos (Food and Drugs Administration – FDA) emitió un documento en agosto de 2008 en el que consideraba que el Bisfenol A era “seguro” para su uso en materiales que estuviesen en contacto en alimentos11, tan solo unos meses más tarde, en octubre del mismo año, un subcomité científico de la misma FDA puso en duda que para la elaboración del documento se hubiese tenido en cuenta adecuadamente la información científica reciente disponible.
La propia FDA, a pesar de mantener hasta ahora la postura oficial de considerar “seguros” los niveles bajos de exposición al Bisfenol A (basándose en test de toxicidad muy cuestionados por muchos investigadores) reconoce, en una actualización de enero de 201012 y en otra de marzo de 2012, que “sin embargo, sobre la base de los resultados de recientes estudios con nuevos enfoques para probar efectos sutiles, tanto el Programa Nacional de Toxicología13 (National Toxicology Program) de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health) como la propia FDA tienen cierta preocupación sobre los posibles efectos de BPA en el cerebro, el comportamiento y la glándula de la próstata en los fetos, bebés y niños pequeños”. Aclarando que “en cooperación con el Programa Nacional de Toxicología, el Centro Nacional de Investigación Toxicológica de la FDA (FDA’s National Center for Toxicological Research) está llevando a cabo estudios detallados para responder a preguntas clave y aclarar dudas sobre los riesgos del BPA”14.
En resumen, la FDA tiene muy serias dudas acerca de que la exposición a niveles bajos al Bisfenol A sea segura. Y se está a la espera de una revisión de la posición oficial que esta agencia ha mantenido hasta ahora.
Entre tanto, la FDA ha apoyado que se detenga la producción de biberones y tazas infantiles con Bisfenol A, así como las recomendaciones que ha emitido el Departamento de Salud y Servicios Humanos (Department of Health and Human Services) para reducir la exposición de los niños a esta sustancia.
Solo las presiones de la industria están frenando la adopción de medidas más contundentes por la FDA en los Estados Unidos. Pero la verdad de los hechos es evidente y se está abriendo camino.
Tanto que, a pesar de cierta tibieza de la FDA, el propio debate existente en la sociedad estadounidense acerca de los riesgos del Bisfenol A hizo que las mayores empresas que comercializaban botellas para biberones renunciasen voluntariamente al uso de policarbonatos.
Por otra parte, de un modo similar a lo que acontece en Europa, en la que las autoridades comunitarias andan a remolque de algunas autoridades nacionales, sucede en los Estados Unidos, donde algunos estados están llevando la iniciativa.
Es el caso de California, que aprobó en 2011, a pesar de la fiera resistencia industrial, una norma (la Toxin-Free Infants and Toddlers Act (Assembly Bill 1319) que prohíbe el Bisfenol A en recipientes destinados a uso infantil. A partir de julio de 2013, productos como biberones o tazas para niños no podrán llevar esta sustancia en ése Estado.
Pero California es solo uno de los muchos estados que están sumándose a la toma de medidas contra el Bisfenol A. En estos momentos, al menos 11 estados han adoptado medidas de prohibición del Bisfenol A en recipientes que puedan contener alimento infantil (Connecticut, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New York, Vermont, Washington, Wisconsin, Delaware, California,…) y otros van en camino.
La propia Asociación Médica Americana (American Medical Association) ha solicitado restricciones más estrictas a la presencia del Bisfenol A en productos que contengan alimentos, ante la enorme cantidad de estudios científicos que alertan de los riesgos de la sustancia15.
Y mientras tanto, muchas empresas están procediendo a la retirada voluntaria de la sustancia en sus productos, ante la creciente conciencia y rechazo social.