Un estudio reciente realizado por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona alerta de la presencia de metales tóxicos en este tipo de prendas.

Son cómodos, los hay para todos los gustos y hace tiempo que cruzaron el umbral de ser una prenda únicamente destinada a la práctica deportiva para convertirse en un básico esencial para un ‘look’ desenfadado. Los chándals y zapatillas de deporte son tendencia y válidos para cualquier momento del día, pero la necesidad de ir a la moda podría ser más perjudicial de lo que pensamos.

Así lo señala un reciente estudio publicado por la Universidad Rovira i Virgili, que apunta que el uso continuado de ciertas prendas deportivas podría ser un riesgo para la salud, pues algunas ropas de poliéster -principal tejido con el que se fabrican las camisetas deportivas- contienen antimonio, una sustancia tóxica y catalogada como posible cancerígena. Al parecer, este metal se utiliza como catalizador en la elaboración textil de este tipo de tejidos y en contacto directo con la piel puede pasar al organismo a través del sudor.

La investigación, que ha analizado alrededor de 150 prendas, confirma que muchas de ellas no cumplen la normativa establecida por la Unión Europea y contienen cantidades elevadas de materiales que en contacto prolongado podrían resultar nocivos. Además del antimonio, también detectaron la presencia de cromo, cobre y nanopartículas de plata y de titanio en varias prendas de ropa, de las que aún se desconocen los efectos tóxicos.

¿Cuál es el riesgo?

Los investigadores de este estudio, pertenecientes al grupo TecnATox (Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica), utilizaron una espectrometría para identificar los diferentes metales y después generaron sudor artificial para comprobar si dichos metales se desprendían de la ropa en contacto con sudor y se impregnaban en la piel.

Según los expertos, los problemas de salud que puede provocar el antimonio, la sustancia más perjudicial de todas las detectadas, podría provocar afecciones dérmicas, así como en el tracto gastrointestinal y en el aparato reproductor.  No obstante, estos síntomas solo podrían darse si se llevara a cabo un contacto de la prenda directamente con la piel de manera diaria.

FUENTE: HERALDO