La semana pasada Escocia decidió establecer de manera definitiva una prohibición para el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) en todo el país. El objetivo del Gobierno escocés es preservar su estatuto verde y limpio.

Aprovechando la nueva norma publicada por la Unión Europea en la que se establece que los países miembros de la Unión pueden rechazar a nivel individual el cultivo de algunas cosechas de estos productos que están autorizadas por la UE, el Gobierno escocés ha decidido establecer esta norma. A pesar de que Bruselas autorice el cultivo de algunos alimentos, el Parlamento Europeo aprobó esta decisión de que cualquier país puede oponerse a esta norma por motivos socioeconómicos, medioambientales o por planificación del territorio.

“El Gobierno presentará dentro de poco una solicitud para que se excluya a Escocia de cualquier autorización europea para el cultivo de OGM, incluyendo la variedad de maíz genéticamente modificado que ya está aprobada y otros seis cultivos OGM que se encuentran a la espera de autorización”, explica el texto.

El gobierno de Reino Unido está a favor del cultivo de transgénicos, pero la política agrícola al ser descentralizada es competencia de los gobiernos autónomos.

Fuente: ecoportal.net