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Los bebés prematuros sufren una gran dosis de químico plástico
Se ha descubierto que los plastificantes utilizados en el equipamiento médico pueden provocar problemas en bebés prematuros según un nuevo estudio realizado.
El Dr. Eric Mallow, investigador de la escuela de sanidad pública Johns Hopkins Bloomberg sospechó durante mucho tiempo que los bebés que nacían antes de tiempo eran sobreexpuestos a químicos utilizados en el equipamiento médico que se utiliza para la salud de estos bebés.
Los plastificantes de ftalatos son químicos añadidos a los plásticos para convertirlos en más duraderos y flexibles, explicó Mallow refiriéndose sobre el químico llamado DEHP. Este plastificante permitido sirve como ayuda a suavizar los tubos de respiración, los tubos para las bolsas de fluidos por vía intravenosa y los catéteres. Mallow hizo referencia a que no solo es dañino para una disrupción hormonal sino que además tiene efectos dañinos sobre el hígado.
En el estudio publicado por el Nature’s Journal of Perinatology, el Dr. Mallow y la investigadora Mary Fox presentaron una alarmante conclusión: “El consumo diario de DEHP para los recién nacidos prematuros en estado crítico es de 4.000 y 160.000 veces más altas de lo deseado para evitar la toxicidad reproductiva y hepática (relacionada con el higo) respectivamente. Por lo que los bebés son regularmente expuestos a niveles altísimos de DEHP.
Además, cuando Mallow y Fox analizaron los efectos del DEHP, encontraron que en el caso de los animales, algunos sufrían problemas similares a las personas. Un ejemplo fue un estudio realizado en 2007 por investigadores de la Universidad de Marburg donde descubrieron que los conejos que reciben una mezcla de grasa a través de tubos de plástico que contienen DEHP eran más propensos a experimentar daños en el hígado que los conejos que recibieron la misma cantidad a través de un tubo sin DEHP. Además estos autores mostraron similitudes en daños en el pulmón, los ojos y el hígado de los animales expuesto al DEHP y los síntomas comunes que tienen los bebés prematuros.
Existe un enorme vacío jurídico en la regulación del DEHP. Mientras que la ley federal prohíbe que artículos sobre el cuidado de los niños y los juguetes contengan más de 0.1% de contenido de ftalato, no existe un límite en el contenido de DEHP en el equipamiento médico, que en algunas ocasiones contiene hasta un 40%. Los equipamientos médicos para adultos también contienen estos plastificantes, pero los bebés al ser más pequeños tienen unos ratios de exposición más altos. Además, si se combina con la posibilidad de que algunos de estos niños pueden pasar semanas o meses en tratamientos aumenta la posibilidad de tener una persona enferma y con un desarrollo vulnerable, apunta Mallow.
“Estábamos sorprendidos por las altas exposiciones cuando nos fijamos en todos los resultados” dijo Fox. “Los bebés son muy vulnerables cuando nacen y están luchando por sobrevivir. La preocupación es si esta exposición contribuyen a generar problemas cuando se supone que estos productos médicos están ayudando a que mejoren”.
La razón esencial porque son usados estos plastificantes es que son plásticos duraderos y flexibles que hacen más fácil entregar llevar nutrientes, sangre y soporte respiratorio a los bebés. Julie Herbstman, profesor de salud medioambiental en la escuela de sanidad pública de Columbia dice que el problema es que no sabemos nada sobre los posibles sustitutos. Se conoce el problema y se debe quitar, pero todavía no se sabe nada sobre si el resto de posibilidades son efectivas.
En varias cadenas de hospitales si han optado por limitar o prohibir el DEHP y PVC de los equipos médicos. En 2012, Kaiser Permanente anunció que iba a prohibir estos productos ya que se habían demostrado dañinos para la salud y el medio ambiente. Además con esta medida la cadena ahorra cerca de 5 millones de dólares por año. Sin embargo, las alternativas libres de ftalatos todavía no existen en todo el equipo médico, y más de la mitad de los productos médicos contienen DEHP y deben ser reemplazados en los próximos años.
A pesar de ello, los investigadores se muestran optimistas y según apunta la científica Mery Fox se están haciendo investigaciones para encontrar sustitutos que protejan a estos bebés sin dañarlos y que aparecerán en los próximos meses.
Fuente: motherjones.com