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Hallan en el Júcar pesticidas prohibidos por su peligro para las personas y los peces
- Expertos universitarios detectan sustancias tóxicas en 10 especies fluviales y localizan los niveles de concentración más altos en Antella
Importantes concentraciones de pesticidas en el agua y en los peces del Júcar, algunos de ellos prohibidos por la Unión Europea por su peligrosidad para personas y animales. Este es el preocupante resultado de un estudio realizado por investigadores de la Universitat de València y la Politécnica (UPV).
Los expertos realizaron mediciones y análisis del agua en cinco puntos diferentes de la cuenca fluvial, entre Huélamo, en la cabecera, y el azud de Antella, a 50 kilómetros de la desembocadura. También estudiaron la composición de las diez principales especies fluviales y en todas ellas aparecía, en mayor o menor grado, presencia de pesticidas.
Francisco Martínez Capel, profesor de la UPV y responsable del departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente, resume así el descubrimiento científico: «buena parte de los productos están prohibidos en Europa desde hace unos cuantos años, sin embargo se siguen utilizando y tienen, a corto o medio plazo, efectos cancerígenos o capaces de alterar el sistema endocrino de los animales y personas».
En el análisis de los peces, advierten que la presencia de pesticidas en su composición «puede afectar a su metabolismo y comportamiento y, por tanto, a su crecimiento y reproducción». Según Yolanda Picó, encargada de los análisis y catedrática de Medicina Preventiva de la UV, «no significa que vayan a aparecer muertos de manera inminente, pero los pesticidas «sí pueden deteriorar su salud o acortar su vida».
El estudio, un trabajo de final de carrera de Vicente Belenguer Muñoz, sitúa los mayores niveles de concentración de pesticidas en la anguila europea, «una especie en peligro crítico de extinción, amenazada a nivel internacional».
En cuanto al agua, la presencia de pesticidas es mayor en los tramos correspondientes a la Comunitat Valenciana. «De los cinco puntos medidos, el azud de Antella presentaba los mayores niveles, 600 nanogramos por litro», describe Picó. Como medio de comparación, la experta en química recuerda que el límite máximo tolerado para agua potable está en 500.
Aunque está prohibido el baño, esta zona del Júcar es frecuentada cada verano por centenares de vecinos de la zona que se sumergen en el agua del azud. El estudio de Belenguer pone ahora de relieve el riesgo de ingerirla directamente sin que pase por las plantas potabilizadores.
Desde campos y jardines
¿De dónde proceden los pesticidas que llegan al Júcar? Existe una aportación continua a lo largo del río. No obstante, los productos tóxicos con mayor concentración son los que se emplean para «tratamientos agrícolas». Picó sospecha otros proceden «de los parques y jardines de pueblos del interior cuyos sistemas de desagüe acaban en el río Júcar.
Ante los preocupantes resultados del estudio, los investigadores resaltan la necesidad de «más investigaciones para proteger a los ecosistemas acuáticos y a las personas». Martínez Capel lanza una llamada de atención a la Confederación Hidrográfica del Júcar: «Debe priorizarse el control de ciertos pesticidas por parte de las administraciones. Es necesario más atención y un seguimiento más continuo de la calidad y composición de las aguas», remarca. También propone «expandir los bosques de ribera, que actúan como un filtro y reducen la cantidad de pesticidas».
Fuente: lasprovincias.es