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La exposición a sustancias tóxicas volátiles en el hogar puede ser mucho mayor de lo que se pensaba

La exposición a sustancias tóxicas volátiles en el hogar puede ser mucho mayor de lo que se pensaba

Madrid, 12 de mayo de 2021

La iniciativa Hogar sin tóxicos recomienda reducir el uso de una serie de productos, como algunos de limpieza o pinturas, entre otros, y una mayor ventilación

  • Una investigación de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos muestra que diversos productos cotidianos pueden liberar muchos más compuestos volátiles tóxicos de lo estimado hasta ahora.
  • Los nuevos estudios indican que la contaminación del aire en las ciudades se debe no solo a emisiones como las de los vehículos diésel u otras, sino también a estos compuestos volátiles procedentes de los interiores.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US EPA) ha publicado un estudio[1] que evidencia que las personas pueden estar inhalando cotidianamente en sus casas muchos más Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) perjudiciales de lo que se pensaba hasta ahora. En concreto, la cantidad de estos compuestos a las que se estarían exponiendo las personas sería diez veces superior a la anteriormente estimada. Tal y como dice la EPA, estas sustancias se liberarían por el uso de adhesivos, productos de limpieza, de aseo personal, pinturas y otros productos químicos volátiles.

Carlos de Prada, responsable de la iniciativa Hogar sin tóxicos (www.hogarsintoxicos.org), dedicada a concienciar sobre este tipo de problemas, advierte que «el hecho de que los europeos pasemos, de media, el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados, lugares en los que estos contaminantes del aire pueden estar en concentraciones muy superiores a las que tienen en espacios abiertos, hace que debamos hacer lo posible por aminorar su presencia, como reducir el uso de algunos productos, usar otros más ecológicos y ventilar las habitaciones».

Según la EPA, estos contaminantes del aire pueden estar asociados a dolores de cabeza, náuseas, irritación de ojos, nariz y garganta, así como a efectos negativos sobre el hígado, los riñones y el sistema nervioso central, asma, disrupción endocrina y otros. Entre los Compuestos Orgánicos Volátiles se cuentan sustancias como benceno, tolueno, nitrobenceno, formaldehído, clorobenceno, xileno, acetona, etc. Como su nombre indica estas sustancias se convierten con facilidad en vapores o gases, lo que facilita que sean respirados.

Pueden ser perjudiciales tanto por exponerse directamente a ellos al usar ciertos productos en interiores como por la exposición a sus productos secundarios cuando reaccionan en la atmósfera para producir otros contaminantes, como ozono y partículas finas (PM2.5, las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras).

También contaminan el aire en las ciudades

Es importante destacar que, como revela el informe de la EPA, esa contaminación generada dentro de los edificios llega a influir poderosamente en la contaminación general del aire de las ciudades. El estudio se centró en investigar las emisiones causadas por una serie de productos que se emplean en el interior de los hogares en el sur de California, concluyendo que tal uso es «responsable de una significativa porción» de la presencia de contaminantes como el ozono y las PM 2.5.

La contaminación por partículas se había venido atribuyendo de forma dominante hasta ahora a factores como las emisiones de vehículos diésel, entre otras. Sin embargo, el nuevo estudio concede también una gran importancia a las emisiones que proceden del interior de los edificios. Como dice la EPA, «los mismos productos que generan inhalación directa por parte de las personas también contribuyen a la contaminación ambiental» en exteriores.

«Aunque el estudio esté hecho en California, es evidente que algunas de sus conclusiones pueden ser aplicables a otras zonas concretas, por ejemplo en Europa, en las que existe un uso similar de productos químicos en los hogares», advierte Carlos de Prada, quien llama también la atención sobre un hecho: «Si la emisión de estos contaminantes dentro de las viviendas es tal que llega a influir notablemente en la contaminación del aire exterior de las ciudades, ello expresa los preocupantes niveles de exposición más directa a los que los ciudadanos pueden exponerse en interiores».

Los científicos de la EPA han estimado que el 41% del aerosol orgánico secundario (un componente importante de PM2.5) y aproximadamente el 17% de las concentraciones máximas de ozono en verano en Los Ángeles, provenían del uso de estos productos químicos en los edificios[2].

Hace algún tiempo, otra investigación en California publicada en la revista Science atribuía un porcentaje notable de la contaminación por compuestos orgánicos volátiles en espacios abiertos urbanos, cerca de un 50%, a la procedente del interior de los propios edificios[3]. Llamaban la atención sobre el hecho de que las concentraciones medidas en interiores podrían ser más de siete veces superiores a las del exterior. Una polución que podría proceder del uso de pinturas, barnices, ambientadores, productos de limpieza, pesticidas, perfumes, desodorantes, champús, adhesivos, lacas, tintas de impresión y otras fuentes.

La campaña Hogar sin tóxicos (www.hogarsintoxicos.org), dirigida por el periodista, escritor y divulgador ambiental Carlos de Prada, Premio Global 500 de la ONU y Premio Nacional de Medio Ambiente, tiene como objetivo denunciar situaciones de riesgo provocadas por las sustancias tóxicas presentes en los más diversos productos de uso cotidiano y proponer alternativas a dichas sustancias, buscando que las Administraciones mejoren la normativa y adopten medidas que realmente protejan la salud de las personas, y que las empresas eliminen o reduzcan significativamente el uso de esos compuestos. Hogar sin tóxicos también se propone concienciar a la población, ya que sin la debida conciencia social, ni la Administración ni las empresas se sentirán suficientemente motivadas, ni los ciudadanos podrán adoptar medidas para protegerse de los riesgos existentes, que en muchas ocasiones son fácilmente prevenibles.

 


[1] EPA Researchers Investigate the Impacts of Everyday Products on Air Quality. May, 2021

https://www.epa.gov/sciencematters/epa-researchers-investigate-impacts-e…

[2] Momei Qin, Benjamin N. Murphy, Kristin K. Isaacs, Brian C. McDonald, Quanyang Lu, Stuart A. McKeen, Lauren Koval, Allen L. Robinson, Christos Efstathiou, Chris Allen and Havala O. T. Pye. Criteria pollutant impacts of volatile chemical products informed by near-field modelling. Nature Sustainability | VOL 4 | February 2021 | 129–137

[3] Brian C. McDonald, Joost A. de Gouw, Jessica B. Gilman, Shantanu H. Jathar, Ali Akherati, Christopher D. Cappa, Jose L. Jimenez, Julia Lee-Taylor, Patrick L. Hayes, Stuart A. McKeen, Yu Yan Cui, Si-Wan Kim, Drew R. Gentner, Gabriel Isaacman-VanWertz, Allen H. Goldstein, Robert A. Harley, Gregory J. Frost, James M. Roberts, Thomas B. Ryerson, Michael Trainer. Volatile chemical products emerging as largest petrochemical source of urban organic emissions. Science, 2018; 359 (6377): 760-764