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Menos pesticidas para el campo andaluz
La Fundación Vivo Sano y el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental pedirán a la Junta la reducción de estas sustancias.
La Fundación Vivo Sano y el Fondo par la Defensa de la Salud Ambiental (Fodesam) tienen previsto trasladar a la Junta la necesidad de reducir de forma drástica el uso de pesticidas en el campo andaluz, en línea con la propuesta que ambas organizaciones han hecho días atrás al Gobierno central, teniendo como base un documentado informe en el que se analizan los impactos negativos que se producen por el empleo de esas sustancias, y las ventajas que conlleva la potenciación de la agricultura ecológica en todas sus variables. El objetivo es que en 2020 se utilice un 30 por ciento menos de pesticidas que en la actualidad.
Carlos Prada, responsable del área de Toxicidad de la Fundación y presidente de Fodesam, asegura que Andalucía es la Comunidad donde se hace un uso más intensivo de los pesticidas, con un consumo de más de 13.600 toneladas anuales, el 33 por ciento del total, aunque paradójicamente también es la región que dedica mayor terreno agrícola al cultivo ecológico, alrededor de 950.000 hectáreas, más del 50 por ciento de toda la superficie nacional. Prada confía en la receptividad de las autoridades de la Junta para ampliar la distancia a favor de esta segunda opción.
Según De Prada, la agricultura «se ha ido haciendo dependiente del uso de cantidades crecientes de pesticidas, y esto ha traído consigo una serie de problemas, entre ellos la aparición de resistencias, de insectos y de malas hierbas, que a su vez provocan el aumento de las sustancias para combatir las plagas». Así, se originan «círculos viciosos» en los que entra asimismo la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, una circunstancia «que afecta especialmente a Andalucía» por el progresivo descenso de los caudales.
Este experto considera que es el fomento de la agricultura ecológica el principal arma que tienen los poderes públicos para ganarle la batalla a los pesticidas, una agricultura «sostenible» en la que todo son ventajas. Y es que además de lograr unos productos de mayor calidad y más saludables, también se ganaría en competitividad al aumentar las perspectivas comerciales en el exterior y de cara al propio consumo interno. «Para 2020 -enfatiza- sería sumamente positivo que los cultivos ecológicos crecieran un 20 por ciento con respecto a la cifra actual.
Apuntó Carlos de Prada que la utilización de pesticidas se remonta a los años posteriores a la segunda guerra mundial, y han sido asociados a problemas de salud, sobre todo en las zonas con un uso intensivo de estas sustancias. Y el problema no ha pasado desapercibido para la población. Recordó De Prada que según los datos del Eurobarómetro de 2010, un 66 por ciento de los españoles está bastante o muy procupado por la presencia de residuos de pesticidas en la comida, que es el riesgo alimentario que más inquieta a los consumidores.
Fuente: abc.es