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La mitad de los productos peligrosos que retira Consumo van dirigidos a menores
Una muñeca tóxica, un dosel que puede provocar estrangulamiento o una pistola de agua infectada son algunos de los 401 productos no alimentarios inseguros que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) lleva contabilizados en lo que va de año. Aproximadamente la mitad iban dirigidos a menores.
La asfixia, la toxicidad y las infecciones son los principales riesgos que entrañaban los productos destinados a menores. Sin embargo, hay casos especialmente alarmantes, como el de unas toallitas para bebés que eran capaces de alterar la glándula tiroidea por su composición.
Más de un centenar de los productos retirados o cuya importación ha sido prohibida por ser potencialmente peligrosos para los niños podían provocar asfixia, y no sólo porque contenían piezas pequeñas. Entre estos productos había una trompeta de juguete que podía llegar a ser letal para un menor al estar fabricada con material de muy baja calidad y que podía romperse con facilidad, una prenda de ropa que podía provocar la asfixia porque las costuras no estaban bien hechas o un flotador con forma de cisne que carecía de las indicaciones de uso adecuadas, pese a que este tipo de producto requiere especificar con claridad el peso y la altura que debe tener quien lo usa.
Además, cerca de cuarenta de los productos para menores recopilados por Aecosan entrañaban riesgo de toxicidad. Entre las sustancias que han motivado la actuación de la Agencia se encuentran el cromo y los ftalatos presentes en los plásticos en cantidades superiores a los límites máximos que establece la normativa.
Una muñeca acompañada de su «familia feliz» contenía más ftalatos de los indicados, al igual que unas sandalias para niñas que estaban compuestas, entre otras sustancias, por cromo. Otro de los productos llamativos de esta lista es el «sulfato de aluminio y potasio suministrado en recipientes carentes de cierres de seguridad» que incluía un juego de química infantil.
Algunos ‘pomperos’ o pistolas de agua tan típicos de la época estival también podían entrañar riesgo. Así, más de una decena de estos productos albergaba entre sus pompas de jabón microorganismos infecciosos que propiciaron su retirada del mercado.
A pesar de las medidas que se toman desde los gobiernos autonómicos y las autoridades nacionales y europeas, en el listado no falta algún producto, como una barba de plástico que puede incendiarse con facilidad, que se repite en un par de ocasiones.
La Xunta de Galicia tuvo que alertar en varias ocasiones de este producto inflamable, pues a pesar de que fue prohibido y retirado del mercado el 23 de junio, el 27 de julio seguía a la venta.
A pesar de que los juguetes, que suponen alrededor del 70% de estos productos, predominan en el listado, no faltan otros como los productos eléctricos o algunos tan delicados como los de puericultura.
Un chupete que se desprende y provoca la asfixia, una bañera para bebés inestable que se vuelca con facilidad y una sillita metálica con altos índices de toxicidad son algunos de los productos de puericultura que se pueden encontrar en el listado.
Otros ejemplos son lamparitas contra el miedo que pueden provocar quemaduras al menor cuando se atreva a desenchufarla o que, directamente, puede provocar un incendio.
Alrededor de uno de cada dos productos peligrosos van dirigidos a los menores, a personas cuya tutela no está en sus manos y a quienes, en muchos casos, son consumidores pasivos.
Fuente: aragonliberal.es