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Vasos y platos de usar y tirar: un posible riesgo para la salud según la OCU
La OCU ha realizado un estudio sobre cómo afectan las tintas que se usan en los envases de papel y cartón a los alimentos que contienen
Envases de comida congelada para microondas (Foto: iStock)
Cada vez estamos más alarmados por el medio ambiente y en estos últimos tiempos es el plástico el gran enemigo a perseguir, por su impacto negativo y muy duradero (el plástico puede tardar hasta 1.000 años en degradarse) sobre nuestra naturaleza.
También nos preocupa el posible paso de sustancias químicas de los envases de plástico a los alimentos que alojan. Pero no hay que olvidarse de otro tipo de envases, los de papel y cartón, que también pueden ser potencialmente peligrosos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decidido, junto a otras tres organizaciones de consumidores europeas de Dinamarca, Noruega e Italia, realizar un estudio sobre la presencia de sustancias químicas nocivas en las tintas de impresión que se usan en envases de papel y cartón de productos comestibles, así como en menaje desechable (servilletas, vasos, platos o cubiertos de usar y tirar).
¿Afectan a los alimentos?
El objetivo era verificar si estos productos tenían dos tipos de sustancias químicas: las aminas aromáticas primarias (usadas para lograr colores amarillos, naranjas y rojos y de las que se sospecha que pueden ser carcinógenos y mutagénicos) y los fotoiniciadores (usados en barnices de impresión y sospechosos de causar sensibilización, alteración endocrina o, incluso, cáncer).
En caso de encontrarlas, investigar si podrían afectar a los alimentos y de qué manera lo hacían. Se han analizado 76 productos: 21 envases de papel o cartón que contenían arroz, pasta, legumbres y pescado congelado, entre otros alimentos; y 55 productos tipo vasos, platos, servilletas, etc. de un solo uso.
En el análisis, la Organización de Consumidores y Usuarios ha detectado que en 13 de los 76 productos las sustancias analizadas superaban las recomendaciones empleadas en el estudio.
Concretamente, nueve de ellos contenían sustancias aminas aromáticas primarias: dos bolsas de chucherías, dos papeles para magdalenas, dos tazas de café, unas servilletas de papel, unas pajitas y un envoltorio de pan tostado.
Atención a los niños
Al mismo tiempo, 21 presentan fotoiniciadores o sustancias relacionadas. Tras someterlos al análisis de migración al alimento, OCU ha medido cantidades superiores a las que marca la normativa de referencia en 6 de ellos: una taza de café, dos vasos y tres envases alimentarios (de pan tostado, pasas y pasta al huevo). Dos de ellos dieron positivo en ambos tipos de sustancias.
La OCU sostiene que no puede aconsejar evitar un tipo de producto en concreto, ya que estas sustancias aparecen repartidas por todo tipo de productos y países. No obstante, muchos de los artículos con altos niveles son desechables (vasos, platos, pajitas…), algunos usados fundamentalmente por niños. Así, desde la asociación se recomienda utilizar preferiblemente platos y vasos duraderos frente a los de usar y tirar.
Y ante esto, nos hacemos la pregunta: ¿son realmente peligrosas estas sustancias para nuestra salud? Entran dentro en lo que se denomina “efecto cóctel”. Es decir, por sí solas no representan un peligro para la salud, pero contribuyen a la exposición total a agentes químicos a los que estamos sometidos diariamente
Se ha pedido a la CE una normativa relativa a los materiales en contacto con los alimentos
El problema, para la OCU, es que en la actualidad no existe una normativa de seguridad europea que evalúe el riesgo que suponen para nuestra salud este tipo de sustancias presentes en envases y materiales de papel y cartón destinados a alimentación, así como en las tintas que se utilizan en impresión. Por ello, estas organizaciones han pedido a la Comisión Europea la reforma urgente de la normativa relativa a los materiales en contacto con los alimentos.
Fuente: El Confidencial