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El vertido de lodos residuales, un problema que asfixia a la Comunidad de Madrid
“El olor es indescriptible, no sabría ni cómo definirlo”. Esta es la frase que más se repite entre los vecinos de Pinto a día de hoy, pero también entre los habitantes de otros varios municipios de la Comunidad de Madrid.
Campo Real, San Martín de la Vega, Valdemoro, Torrejón de Velasco, Pinto, Arganda, Loeches, Getafe, Aranjuez, Chinchón, Colmenar de Oreja, Villamanrique de Tajo, Corpa y Santorcaz comparten la triste circunstancia de que sus campos y zonas rurales son lugar de vertido de lodos procedentes de aguas residuales, una actividad que fácilmente podría representar un beneficio ecológico y social, pero que en la actualidad solo trae consecuencias negativas.
Este derrame de desechos es una práctica legal recogida en el Decreto 193/1998, del 20 de noviembre, de la Comunidad de Madrid, el cual regula la utilización de lodos de depuradora en el ámbito de la agricultura. El objetivo es favorecer la reutilización de residuos y la economía circular en un entorno en el que la producción de lodos es cuantitativamente importante, como es Madrid.
Ecologistas en Acción denuncian la acumulación de toneladas de lodos «sin tratar» en los campos de Pinto (Foto: Ecologistas en Acción Pinto)
El objetivo es favorecer la reutilización de residuos y la economía circular
Sin embargo, el uso agrícola de este fiemo requiere del condicionante de que haya sido tratado “por vía biológica, química o térmica, mediante almacenamiento a largo plazo u otro tipo de procedimiento que reduzca su poder de fermentación y los inconvenientes sanitarios de su utilización”, según especifica la ley.
Por el contrario, ONG’s, asociaciones de vecinos y ayuntamientos de las localidades mencionadas han presentado reiteradas denuncias a la Administración regional por el incumplimiento de estos mismos requisitos, los cuales pueden conllevar desde molestos olores y hasta problemas de salud pública por la presencia de sustancias contaminantes y tóxicas. Un hecho que no es nuevo.
Reiteradas denuncias
Este verano, el Consistorio de Brunete manifestó ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) el presunto vertido de residuos ilegales en una finca cercana a Sevilla La Nueva, los cuales provocaron un hedor persistente durante semanas, incrementado por las condiciones de calor y viento.
En 2018, agentes de la Policía Local y técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Getafe se vieron en la tesitura de investigar una serie de quejas por parte de sus vecinos referentes a la persistencia de malos olores en la zona. El foco fue localizado en una depuradora cercana a Perales, pero en término municipal de Pinto.
Asimismo, uno de los últimos casos más polémicos ha sido el de Campo Real. “Con el olor del abono se puede convivir, huele mal pero no es irrespirable. Por eso empezamos a pensar que había algo raro. Olía a químico, a tóxico. Como a metal”, relata a Madridiario una de las vecinas del pueblo, de unos 7.000 habitantes.
Según relata, vivió el pasado verano “encerrada” en casa y con el aire acondicionado puesto, ya que era imposible abrir cualquier tipo de ventana por los “horribles olores” que llegaban de los alrededores y con los que “era imposible respirar”. Ante la falta de acciones consistoriales, dos residentes de la localidad llevaron a cabo una investigación a nivel particular y dieron con la problemática: “Encontramos una cantera abandonada en la que un agricultor estaba echando residuos y lodos, y además los estaba quemando. Todo sin tratar, claro”, cuenta esta vecina.
A pesar de que esta situación particular se solucionó, a los habitantes de Campo Real les consta que siguen vertiéndose lodos en zonas próximas a sus casas, como lleva sucediendo desde hace años, pero continúan dudando de que estén tratados adecuadamente. Algo que también sucede en Pinto.
Vertido de residuos en Pinto
“El olor es insoportable y continuo”, cuenta a Madridiario uno de los miembro de la Asociación vecinal La Tenería, Ángel García. En su relato insiste en que llevan más de 33 años sufriendo esta situación al margen de respuestas por parte de la Comunidad de Madrid, lo que hace que se sientan ‘ciudadanos de tercera’ dentro de la región. “Pinto es el Sur de Madrid, y de esta zona solo se acuerdan para tirar la basura”, sentencia.
Coincide en ello el representante de Ecologistas en Acción en esta localidad, Miguel Ángel García, que explica que la situación en la ciudad es “insostenible” y el olor con el que conviven a día de hoy es solo “la punta del iceberg” del problema.
Desde el año 2015, la organización ha denunciado en múltiples ocasiones la presencia “de cantidades ingentes de residuos” – solo ese año indican que dieron con 4.000 toneladas de residuos altamente “contaminantes”- en el entorno del Parque Regional del Sureste. Hoy en día, continúan viendo kilos de “lodos amontonados y sin esparcir” en los campos cercanos al casco urbano de Pinto, los cuales se pueden observar solo “saliendo a pasear por el campo”.
Según ambos pinteños, hasta los terrenos del municipio llegan los desperdicios de las aguas residuales de origen industrial y urbano. En particular, son trasladados del Canal de Isabel II -empresa pública que acomete la gestión del ciclo integral del agua en casi la totalidad de la Comunidad de Madrid-, las procedentes de las depuradoras de los municipios castellano-manchegos de Guadalajara y Toledo, así como todas las derivadas de empresas de la zona.
Este origen diverso incluye hospitales o plantas químicas, entre otros, lo que implica la presencia de microorganismos y agentes externos tóxicos e insalubres. Por tanto, García incide en que el limpiado de estas aguas requiere de escrupulosos procesos que aseguren la no toxicidad, algo que, por ejemplo, no casa con el “olor químico” que desprenden.
Para el representante de Ecologistas en Acción, la intensidad de la peste de los campos hace deducir que algo no se ha tratado como debería, ya que reitera que no es similar al del estiércol. De hecho, García hace hincapié en que “si los lodos se tratan como debe ser, se pueden utilizar en el campo para fertilizar, pero los de Pinto no lo están”.
(Foto: Ecologistas en Acción Pinto)
La humedad y la falta de tratamiento es un «cóctel muy peligroso»
Por otro lado, tal y como afirma , los lodos esparcidos contienen un alto grado de humedad, lo cual está relacionado con la falta del proceso de secado térmico por el que deben pasar antes de ser vertidos. Según estipula la mencionada ley, este porcentaje debe ser menor al 80 por ciento, algo que de ser así evitaría “la putrefacción, las moscas e insectos y los olores” que presentan los residuos encontrados en Pinto.
Todo ello, la falta de tratamientos descontaminantes y el alto grado de humedad provoca la “filtración de metales pesados y patógenos -microorganismos capaces de producir enfermedades o daños biológicos- a los suelos”, y por tanto afectan a los acuíferos y cultivos. Es decir, al agua y a la comida que ingieren a diario los vecinos de Pinto.
“Un cóctel muy peligroso”, sentencia García.
Peticiones a la Comunidad
Así, a finales del mes del pasado mes de agosto la entidad ecologista tramitó una petición a la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid solicitando una “inspección ambiental” de los vertidos con el objetivo de dilucidar la procedencia de estos y los tratamientos químicos, físicos y biológicos que se les han aplicado antes de ser llevados hasta Pinto.
Según indican fuentes de la institución, hace un par de semanas un técnico de la Consejería acudió a la zona para llevar a cabo una supervisión, y constató a través de una serie de analíticas que la concentración de metales pesados en suelo posee un valor inferior al límite máximo establecido por la ley.
Asimismo, desde la el área de Medio Ambiente aseguran que tanto la estación de depuración como la empresa comercializadora responsable de la gestión de los lodos están registradas de acuerdo con lo establecido, y que por tanto estos residuos pueden ser utilizados en agricultura a modo de abono.
Sin embargo, Miguel Ángel García asegura que tres semanas después de que se haya llevado a cabo esta inspección aún no cuentan con los resultados de las analíticas, ni tampoco con la documentación que se ha solicitado al Gobierno regional en reiteradas ocasiones al respecto. “Las casillas en las que se explican cuál ha sido el tratamiento y cuál es el grado de humedad de los lodos en los informes que nos facilita la Comunidad de Madrid siempre están vacías”, sentencia.
(Foto: Ecologistas en Acción Pinto)
Fuente: MadriDiario